Análisis de contenido web: ¿todo bien por ahí?

¿Qué información aportas al usuario en tu página? ¿Conectas con sus necesidades? ¿Despiertas su interés con una llamada a la acción? A todo esto puede responderte un análisis de contenido web.

Cuando piensas en un análisis web, puede que observes la estructura de tu página, la velocidad de carga, el diseño… Pero es probable que olvides auditar su contenido. Es algo que se suele pasar a menudo por alto.

Debes saber que lo que cuentas a los usuarios que visitan tu sitio web es muy relevante. Si lo único que has hecho es volcar contenido sobre tu empresa y tus servicios a modo carta de presentación, déjame decirte algo: estás desaprovechando las oportunidades que te ofrece el marketing digital.

¿Qué es un análisis de contenido web?

• Comprobar si se están cumpliendo los objetivos de marca en tu web.
• Si ofreces al usuario la información que espera y necesita.
• Optimizar y corregir errores del contenido web.

¿Qué debes observar al hacer un análisis de contenido de una página web?

• El equilibrio entre el SEO y el copywriting. Tu web es el canal ideal para atraer a clientes potenciales y vender. Si dominas el SEO y el copywriting, tus productos y servicios interesarán más a los usuarios y a Google. Antes de comenzar a crear tu contenido en web, debes hacer un estudio de palabras clave por las que te interese posicionar tu negocio online. Pero no las repitas dentro de tus mensajes una y otra vez, a Google no le gusta eso. Redacta de forma natural. Recuerda introducir enlaces internos dentro de tu web, o sea, aplica una buena estrategia de linkbuilding.

• La legibilidad del texto. Entre que vamos siempre con prisas y que nos topamos con una gran cantidad de información en internet, rara vez nos paramos a leer con detalle el contenido completo de una página. El contenido de tu web debe entenderse con un simple vistazo. Pero ¿cómo hacerlo? Por ejemplo, ten en cuenta la extensión de los párrafos. Procura que no abarquen más de cuatro o cinco líneas para que sean fáciles de leer. ¡Huye del efecto ladrillo! Por supuesto, presenta el contenido con títulos y subtítulos. Esto también ayudará a mejorar el posicionamiento web. Asimismo, puedes usar como recurso negritas, enumeraciones, viñetas, etc., con el fin de hacer más ágil la lectura de ese contenido.

• Jerarquía de los mensajes. ¿El usuario ve la información más relevante en un primer impacto? Si no es así, lo más probable es que se vaya rápido de tu web. Los mensajes principales de tu estrategia de comunicación tienen que estar a la vista del usuario desde el minuto uno. Te ponemos un ejemplo práctico: imagina que sufres un atasco de tuberías y quieres llamar a un profesional lo antes posible. Encuentras dos páginas web: en una no aparece el teléfono de contacto de primeras y tienes que hacer scroll para verlo. Además, no especifica los horarios del servicio. En la segunda, el primer impacto que recibes es este:

 ¿A cuál acudirías? Es muy probable que a la segunda opción, donde encuentras toda la información que necesitas.

• El contenido audiovisual. Las imágenes, los vídeos, las infografías… también son elementos que se deben auditar en un análisis de contenido web. En este punto, vamos a darte algunos consejos sobre cómo evaluar si tu contenido audiovisual es relevante y de calidad. Por ejemplo, te aconsejamos que la mayoría de imágenes de tu sitio web sean propias y uses fotos de banco de imágenes lo menos posible. Esto ayudará a humanizar tu marca y a mostrar tu negocio más cercano a los usuarios.También sería interesante que añadieras vídeos en tu web. ¿Sabías que los vídeos testimoniales de clientes funcionan muy bien?

• La calidad del contenido. ¿Lo que cuentas tiene valor para el usuario? Uno de los errores comunes que suelen cometer las empresas al hacer su contenido para web es hablar solo de ellas mismas. Te ofrecemos esto, lo otro… Pero ¿en qué parte te centras en la problemática del cliente y que puedes hacer tú para solucionarlo? Por otro lado, cuando hablamos de contenido de calidad nos referimos a los mensajes sin faltas de ortografía, erratas y con buena legibilidad (por ejemplo, sin frases largas y complejas).